Las 3 manchas más difíciles de quitar de la ropa de los niños

Si antes ponía la lavadora en 5 minutos, mientras separaba las distintas prendas entre ropa clara y de color (no me fío de las toallitas esas que atrapan los colores y evitan que los bragas blancas se queden rosas porque se te ha colado tu camiseta roja favorita en la colada), las daba la vuelta para evitar los roces y procedía a echar el detergente, ahora ese tiempo se multiplica por tres, cuatro o cinco. Eso, sí hay suerte de que mi pequeña duendecilla no esté pululando por los alrededores y comience a escaparse por toda la casa con mi pijama sucio o los calcetines de su padre.

Porque yo no sé vosotras, pero desde que soy madre, me paso las horas previas a la colada, o cualquier ratito libre que tengo, restregando manchas. Porque las hay más difíciles de quitar que un chicle requetepegado a la suela de unas zapatillas o un excremento de perro adosado a una bota de esas que tienen surcos y que te preguntas por qué al fabricante le dio por hacerla así, aunque te evite caídas y resbalones. ¡Aaagg! Si eres una persona muy escrupulosa, te recomiendo que no sigas leyendo. Porque hoy hablaré de…

Manchas en la ropa de los niños

El top 3 de las manchas más difíciles de quitar de la ropa de los niños

Las cacas explosivas

Sin duda, la peor de las manchas posibles. O si no, ¿cómo definirías a esas deposiciones propias de los bebés que ascienden por su espalda, pringando cualquier cosa que se encuentra en su camino, véase body, camiseta, pijama, jersey o incluso tú misma? Que una no sabe cómo quitar la ropa a su hijo sin utilizar unas tijeras para cortarla en pedacitos y evitar la tentación de meterle en la lavadora, tal cual.

¿Y cómo tratar esas manchas? Agua caliente y jabón, prenda en remojo y frotar como si no hubiera un mañana. ;) Confieso que he llegado a tirar algún body debido al lamentable estado en el que quedó. Llamadme consumista si queréis, aunque sé que la mayoría me entenderéis.

La fruta

En ocasiones me daba pereza, muuucha pereza, dejar que mi hija se comiera la papilla de frutas sola. Lo hacía, claro, pero me tapaba la cara en plan “¡No quiero verlo!”. En realidad no quería ver la ristra de manchas que se quedaban en la camiseta o el babero (por aquel entonces los utilizaba de tela. ¡Craso error!) y que después había que frotar y frotar hasta que aquello comenzaba a clarear.

Aunque la cosa no mejora cuando se acaban las papillas, obviamente. Hay que comer fruta, y cuanta más mejor. Solo que ya me he acostumbrado a las manchas de cualquier índole y naturaleza. ;)

El tomate

¿Por qué les gustará tanto la pasta con tomate? Yo temo el día que la preparo. Porque ya sé cómo van a acabar la ropa y la tapicería de la trona… Se masca la tragedia…

Las manchas de tomate salen fatal. ¿Y adivináis lo que hay que hacer para eliminarlas, no? Eso es, frotar, frotar y frotar. Claro que, en ocasiones, recurro a un famoso quitamanchas que me ahorra mucho tiempo y esfuerzo. ;)

¿Qué manchas de las que se echan tus hijos te parecen las peores?

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