Problemas de audición: ¿Oye bien mi hijo?

Afortunadamente, nuestro hijo nunca ha dado muestras de estos problemas de falta de audición por el momento. Es más, muchas veces parece todo lo contrario, que tiene un oído más bien fino, de lo que nos capta en nuestras conversaciones incluso cuando susurramos para que no nos oiga.

problemas de oido

Pero no ha dejado de ser, como tantos otros, un tema si no de preocupación, de los que se te pasan por la cabeza cuando vas a tener un hijo porque, evidentemente, no debe ser igual, en cuanto a logística diaria, sobre todo, lo que supone vivir con un hijo con algún problema de audición que sin él.

problemas de audición

En las primeras cuarenta y ocho horas de vida les hacen a los bebés una prueba no invasiva, que no les afecta en absoluto y que detecta si las células encargadas de la recepción y transmisión de los sonidos se encuentran en perfecto estado de revista. Se le conoce por el Screening Auditivo Universal y es de suma importancia para una prevención precoz, que es una garantía para asegurar la tranquilidad futura del niño y de los padres.

La vigilancia posterior por parte de los padres se antoja la herramienta más eficaz para detectar rápidamente un posible problema de audición y, en consecuencia, una igualmente rápida respuesta paliativa.Existen numerosos motivos por los que se puede desarrollar algún tipo de disminución en el nivel idóneo de audición en un niño.

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Entre ellos se encuentran antecedentes familiares; posibles infecciones intrauterinas (rubéola, sífilis, herpes, toxoplasmosis…); meningitis bacteriana; necesidad de respiración asistida durante los cinco primeros días de vida del bebé; anormalidades cráneo-faciales; un peso al nacer inferior al kilo y medio; valores de Apgar (otras de las pruebas que se le realizan al recién nacido) de 0 a 4 en un minuto y de 0 a 6 en cinco minutos; malformaciones en algún otro órgano…

Como veis, las variables son diversas y muchos los posibles factores de riesgo.

Aunque, en la mayoría de los casos, la detección prematura de estos problemas puede solucionar definitivamente cualquier problema.

Por ello, los padres, los abuelos, los cuidadores, a la mínima señal de que el niño no escucha bien ( y me refiero a que no oye, no que no quiere escuchar, que también lo hará…) deberán alertarlo y ponerlo en conocimiento del pediatra para que nos indique cómo actuar para solucionarlo.
 
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Acerca de Javier

Un Padre con la L
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