Aprendiendo la técnica de la Tortuga

En anteriores comentarios, cuando comenté el tratamiento del trastorno por déficit de atención con hiperactividad, os hablaba de esta técnica para la mejora del auto-control en niños de hasta 8 años, aproximadamente.

¿Pero , en qué consiste la técnica de la Tortuga?

La técnica de la tortuga es una estrategia muy útil dirigida a niños de preescolar y hasta segundo de primaria.  El objetivo de dicha estrategia es que aprendan de manera sencilla y atractiva para ellos, a mejorar su auto-control y también a relajarse en situaciones que les generan tensión o rabia. Es una técnica que a diferencia de otras pretende que sea el propio niño el que adquiera la capacidad de controlar sus propias conductas, es decir de manera interna, y no por control externo (padres, profesores…)

He de aclarar que es una estrategia muy útil y empleada para niños con TDAH, pero también puede usarse con otros niños que tengan problemas de comportamiento y dificultad en el control de impulsos.

A la hora de enseñar esta técnica debemos tener en cuenta algunas indicaciones:

A la hora de enseñar esta estrategia,  el psicólogo parte de un cuento de dos tortugas (se insertará en el próximo comentario). Al niño se le cuenta esta historia y se le enseña la técnica identificándole con la tortuga pequeña, que es la protagonista del cuento.

Al principio, será necesario que el psicólogo practique varias veces la estrategia con el niño para facilitar su aprendizaje. Pero antes, deberán pactar una palabra clave que le sirva de señal al niño para saber que tiene que iniciar la práctica de la tortuga. Serviría con la palabra “Tortuga”, siempre y cuando ambos conozcan la señal.

Posteriormente, tras la lectura del cuento y pactar la palabra clave,tecnica de la tortuga se le enseñará la técnica al pequeño. Ésta consta de tres fases, en un primer lugar se le enseña a responder ante la palabra tortuga y la técnica en sí, posteriormente y una vez que domina la estrategia, se le enseña  a relajarse mientras adopta la postura de meterse en el caparazón. Ya que relajarse es incompatible con la impulsividad o las rabietas, y por último se les enseña la técnica de solución de problemas.

La postura consiste en que el niño encoja sus piernas y sus hombros, agache la cabeza, metiéndola entre sus brazos, y apretándola contra su cuerpo, como si se metiera en un caparazón, mientras tensa los puños. Las indicaciones que se le dan al pequeño es que tras la señalstop de “tortuga”, él tiene que adoptar esta postura y contar hasta 10 en silencio. Posteriormente deberá relajar todos sus músculos.

Es importante que posterior a la realización de dicha estrategia, el niño sea reforzado para que se anime a practicar esta estrategia de manera autónoma.

El fin de dicha estrategia es que el niño cuando comience a sentirse tenso o enfadado, sea capaz de controlarse y aplique, sin que nadie se lo pida, esta estrategia.

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Psicóloga
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