Biberones y Tetinas un mundo por descubrir.
¡Esto NO es un Pecho!
Si hay algo inevitable en nuestra vida de padres es que tarde o temprano tendremos que lidiar con el asunto “biberones” y sus fieles compañeras las “tetinas”.
A priori, estoy seguro, nadie se piensa que puedan ser un problema. Son 
recipientes que contienen el alimento de turno que el bebé devorará porque estará hambriento y aquí paz y después gloria.
Pues nada más lejos de la realidad, ¡que casi hay que ir a Oxford para estudiar los distintos tipos de biberones y tetinas que hay, las marcas, los tamaños, si son anticólicos o no, que la apertura de la boca sea la adecuada para que el niño ni se desespere por lo poco que sale ni se ahogue por el chorro que le entre de golpe en la boca! Habrá que elegir entre los Medela, Avent, Tommee Tippee, Suavinex, Nuk, Béaba, Dr. Browns, Chicco…
Os creíais que era fácil, ¿eh?
Supongo que será distinto en aquellos casos en los que, por las razones que sean (porque no se enganche al pecho o por deseo de la madre), el bebé empiece desde el principio de sus días alimentándose con biberón. Como la necesidad apremia y no tendrá comparación, se adaptará a la tetina que sea y comerá.
Pero si empieza con pecho, ¡amigo, ésa es otra cuestión! Cuando se pone a comparar, al menos al principio, cualquier tetina que le pongas le sabrá a rayos y truenos. Da igual que sea de látex (las de color marrón) o de silicona (las transparentes) además, obligan al bebé a que succione para que salga la leche y si bien esto puede estar bien porque ve similitudes con el pecho, como le cueste tener recompensa, es posible que te diga que verdes las han segado…
El tamaño de los biberones y tetinas también es importante. Los hay desde 100 ml hasta 350 ml, en función de la edad del pequeño y su capacidad “tragadora”. También en función de su edad están las aperturas de las tetinas. Las distintas marcas lo suelen poner bastante gráfico con una, dos, tres, cuatro gotas en una etiqueta en el biberón según la cantidad de flujo que sale y cuatro con una estrellita de tres puntas para bibes en los que vayan a ir cereales también (algo más espeso).
No queda más remedio que probar porque nuestro niño puede aceptar una tetina y no otra y no se sabe a priori y cada marca suele ir con su tetina. Lo siento, a probar biberones-tetinas toca.
Pero, no todo es malo, es una ocasión única para que los papás participemos en la alimentación de nuestro/a hijo/a. ¡Por fin!
Si te ha gustado esta información, compártela a través de tu Red Social Facebook, Twitter… Gracias 
