Castigo negativo ¿Qué es? 1ª Parte

Cada vez que tu hijo hace una conducta e inmediatamente le quitas algo que le gusta, estás aplicando un castigo negativo.

Ejemplo: Le pides a tu hijo que recoja la mesa y no lo hace porque está viendo la televisión. Tras avisarle “Mario cuando recojas la mesa te dejo ver la tv”, le dejas sin ver la televisión esa noche por no haber recogido la mesa.

El castigo negativo más eficaz es la  EXTINCIÓN o RETIRADA DE ATENCIÓN.                                                                                                              

¿En qué consiste la extinción?

- No prestar atención a una conducta de tu hijo, es una forma de conseguir que tu hijo deje de hacer esa conducta.

- Para terminar con algunas conductas de nuestro hijo/a no debemos recompensarle ni castigarle. Ejemplo: Queremos que nuestro hijo deje de pedirnos las cosas llorando, le avisamos siempre antes, de que no lo vamos a prestar atención hasta que no las pida sin llorar y no le hacemos caso hasta que lo haga así, pero sin castigarle ni reforzarle por ello (Se lo decimos con un tono de voz pausado y tranquilo, porque sino sí estaríamos castigándole “Javier, cuando nos pidas las cosas sin llorar  papa y mamá te escucharán” basta con decírselo una vez, mirándole a los ojos para cerciorarnos de que nos ha escuchado y comprendido. Si se lo decimos varias veces mientras llora, le estaremos prestando atención, por eso únicamente una sóla vez.

- No prestar atención es no hablar, no mirar, no hacer ningún comentario sobre la conducta que está haciendo y queremos eliminar en el chico/a. Un truco es ponerse a hacer algo, o a hablar con la pareja, porque es realmente difícil no atender a la conducta del niño, aunque siempre debéis estar pendientes, sin que el pequeño se da cuenta para que no se haga daño..

 

¿Cuándo utilizarlo? 

- Se utiliza para eliminar aquellas conductas que no son especialmente perjudiciales para él mismo u otros (por ejemplo, que no sea que esté peleándose con su hermana y puedan salir heridos, ya que en este caso, sí tendríamos que actuar y separarles).

- Hay que comprobar que el niño realiza esa conducta para “llamar la atención, por ejemplo llorar cuando quiere algo y no se lo das”.

- Cuando retiremos la atención a esas conductas, hay que prestársela a otras positivas: Tenemos que tener presentes dos principios básicos:

 

-         Ignorar la conducta inadecuada del niño. Se le debe de privar de recibir refuerzo cuando la realice.

            Por ejemplo: “Nuestro hijo comienza a llorar y a pedirnos un rato más de tele cuando le mandamos a la cama. No le hacemos caso, apagamos la tv y le dejamos que llore sin decir ni hacer nada que pueda suponer un refuerzo para esa conducta.”

 

-         Reforzar conducta deseada. Siempre que nuestro hijo realice la conducta que nosotros queremos, debemos reforzarle.

Por ejemplo: Si le pedimos que se meta a la cama porque ya es tarde, y se acuesta inmediatamente; debemos felicitarle por obedecer y despedirnos  afectuosamente hasta el día siguiente.”

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Psicóloga
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