Alguna vez hemos escuchado este término de “embarazo psicológico” y más allá de pensar que se trata de algún tecnicismo complicado consiste en un trastorno de carácter psicológico que hace que la mujer tenga síntomas propios de este estado, sin que exista embarazo real. También se le denomina pseudociesis y lo cierto es que, aunque no se da en muchos casos, los últimos informes al respecto afirman que de entre uno y seis casos de cada veintidós mil embarazos son fruto de este trastorno.
De este modo, aunque también se han dado casos de hombres con este tipo de problema, lo cierto es que, lógicamente son las mujeres las que se ven afectadas en casi el total de este porcentaje. En cuanto a los motivos por los que se produce un embarazo psicológico, lo cierto es que son diferentes, aunque en primer lugar y el que lo provoca en el mayor 
número de ocasiones, son las ganas por lograr dicho embarazo. Es decir, aquellas mujeres que están deseosas por quedar embarazadas, ya sea, porque aún no han sido mamás o porque tienen una nueva pareja y quieren tener un hijo en común, por ejemplo. Estos suelen ser los casos más comunes.
Ese afán por lograr la meta de tener un bebé y, no lograrlo, es sin duda, el principal motivo, como acabo de comentar y a veces, la mujer puede llegar a tener este trastorno si alguna persona cercana quedase embarazada. De este modo, se sentiría aún más presionada por el hecho de pensar que los demás lo consiguen y ella no, lo que quizás sería el detonante o la causa que provocaría finalmente que sufriera este problema.
¿En qué edad se produce un embarazo psicológico?
Asimismo, no se puede establecer una franja de edad en la que sea más común que se produzca un embarazo psicológico, ya que, puede afectar tanto a mujeres que estén empezando a tener síntomas de menopausia como a chicas jóvenes. En el primer caso, se debe al propio rechazo de la persona a dejar de ser fértil, a perder la posibilidad de conseguir el embarazo, una vez que dejan de tener la menstruación.
En el caso de las chicas jóvenes ocurre, en la mayoría de las ocasiones, cuando se trata de mujeres que mantienen relaciones, ya sea con pareja estable o sin ella, pero que sienten mucho miedo a quedar embarazadas. En algunos casos simplemente por el hecho de que no lo desean o por el miedo al rechazo familiar o social. Si la mujer se obsesiona con la idea y aumenta este miedo puede que finalmente acabe por presentar estos síntomas como si se hubiera producido la concepción.
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