Frases más positivas: Cambiar el NO por el SI
De dos hijos que tengo…y ahí me planto…He observado que los bebés tienen más facilidad para pronunciar el NNNNNo, que el SSSSSSSi. Debe ser cosa de genética.
Desde que mi hija era bebé recuerdo bromear con ella pronunciando de forma un tanto exagerada el SI SI SI SI SI SI…mientras jugábamos.
Luego pude leer la importancia del lenguaje de los padres y de cómo nosotros mismos 
tenemos que educar nuestra mente para pronunciar frases más positivas y eliminar ese negativo NO.
Para los más pequeños la fea palabra que empieza por N es una brusca negación a un deseo lo que les provoca una importante emoción difícil de gestionar: La frustración. Al desconocer cómo gestionar esa emoción la situación puede desencadenar las temidas rabietas y enfados.
Si nosotros gestionamos las situaciones de una forma más inteligente emocionalmente posiblemente nos evitemos todos esos malos tragos de llantos y pataletas. Hay muchas formas de decir que no con frases más positivas. Esta disciplina positiva empieza por cambiar nuestras frases y haciéndole ver al pequeño o pequeña el motivo por el cual debe acabar de hacer otra cosa antes de hacer lo que él desea. Por ejemplo, si el niño quiere ir al parque pero no ha merendado, no es lo mismo decirle: NO VAMOS AL PARQUE HASTA QUE NO MERIENDES….que…CLARO QUE VAMOS AL PARQUE, CUANDO ACABES DE MERENDAR.
Cuando un niño quiere algo, no lo quiere porque lo haya meditado y planeado, lo quiere porque el niño o niña es pura emoción, y no ve más allá de su deseo de subirse al columpio y reír y pasárselo pipa en el parque. Si a esa emoción respondemos con un tajante NO, el resultado será un niño o niña enfadado con un padre o madre nervioso que no sabe gestionar la situación.
Ya sé que es difícil y que nadie nace sabiendo pero haciendo y deshaciendo el aprendiz va aprendiendo. Cada vez que os salga el NO de vuestros labios, posiblemente se encienda una pequeña alarma que os avise que tenéis que encender el modo “ inteligencia emocional” y cuando la alarma suene cincuenta veces, seguro que a la cincuenta y una ya os habéis adelantado a ella. 
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