Cuando una mujer conoce la noticia de que va a ser mamá, piensa con gran ilusión en todos los preparativos y las compras para el bebé que está en camino, para que no le falte de nada a su pequeño. Y para ello, elaborará una lista, siempre aconsejada por otras mamás, familiares o amigos. Sin embargo, yo creo que a veces es también útil pararse a pensar y descartar todo aquello que, aunque a menudo se recomienda comprar, finalmente no se le suele dar apenas uso. No está la cosa como para hacer compras para el bebé que sean innecesarias.
En cuanto a la habitación del bebé, no hará falta que compres muchos muebles, ya que el pequeño pasará la mayor parte del tiempo en la cuna y en tu habitación. Por ello, comprar estanterías o armarios grandes con cajones, por ejemplo, será totalmente innecesario al principio. Del mismo modo, tampoco tendrás que adquirir muchos peluches para decorar la estancia. No harán sino coger polvo y provocar finalmente alergias en el pequeño.
En cuanto a lo que sí es necesario, como por ejemplo, la bañera o el cambiador, será ideal que optes por un mueble multifuncional que cubra estas dos necesidades. Y es que, la compra de un mueble sólo cambiador suele resultar poco rentable, ocupa mucho espacio y finalmente acabarás cambiando el pañal al pequeño en cualquier lugar de la casa sin darle uso a este mueble. Por ello, si optas por combinar bañera y cambiador será más útil y tendrás un dos en uno.
A la hora de dormir, sí es cierto que el pequeño necesita una cuna, pero ¿y qué decir del moisés o por ejemplo de la cuna de viaje? Creo que no son necesarios, sobre todo, en cuanto al moisés se refiere, puesto que el pequeño apenas lo usará o sólo durante un breve periodo del tiempo. Por el contrario, hoy en día existen en el mercado unos balancines que también se convierten en trona y que pueden ser la opción ideal para que tu pequeño esté recostado y luego, conforme crezca puedas usarlo también para darle de comer.
La cuna de viaje también es otro de los utensilios que puedes tachar de tu lista de compras para el bebé, a no ser que viajes a menudo, que entonces sí que puede serte útil. De este modo, como comenté al principio será importante pensar en tu vida diaria y en lo que necesitarás, ya que, si no viajas a menudo y tan sólo haces viajes cortos, la cuna de viaje sólo ocupará espacio y se quedará guardada en el trastero.
En cuanto a su ropita, no te dejes llevar por el encanto y la ternura que despiertan estas prendas. Es cierto que puedes darte algún capricho pero siempre teniendo en cuenta qué tejidos son los idóneos, ya que, a veces, acabamos comprando modelitos que nunca llegaremos a ponerles. Y ante todo, olvídate de comprar mucha ropa pequeña, es decir, para recién nacidos, ya que tu pequeño crecerá más rápido de lo que piensas y muchas mamás se lamentan de que tienen en el cajón prendas que sus bebés no llegaron ni a estrenar. A ello se une, la cuestión de los zapatos, ¿para qué comprarlos si aún no pueden andar? Será suficiente con calcetines o patucos.
Por otro lado, en cuanto a los intercomunicadores, deberás valorar si es necesario comprarlos, en función del tamaño de tu casa, ya que, al menos los de sonido no serán útiles si tu casa es pequeña y la habitación de tu bebé aunque estés en la cocina o en el baño nunca llegará a estar lejos como para no escucharle.
Por supuesto, también hay muchos otros utensilios que suelen ser innecesarios como el termómetro para el baño o para los alimentos, un calentador de toallas, un humidificador, un calienta biberones… Podría seguir… pero la lista es bastante larga.
Con todo ello sólo recomiendo a los padres que a la hora de hacer las compras para el bebé, lo hagan con criterio y piensen en las necesidades de su pequeño y en su propia rutina diaria, para saber qué cosas podrán ser útiles y cuáles serán sólo simples caprichos o errores de principiantes.