Hoy tengo que contaros una muy buena noticia : cuando seas madre dejarás de ponerte enferma
La mayoría de las veces que te encuentres mal no podrás permitirte como cuando no tenías hijos tumbarte a la sopa boba en el sofá o a morir de sudores en la cama, no. La mayoría de las veces como por arte de magia desarrollarás una capacidad innata que permitirá que puedas seguir con tus quehaceres diarios, detrás de un bebé de un año que está a punto de andar o lo que haga falta.
No es que las madres desarrollemos al dar a luz unas capacidades extraordinarias de aumentar nuestras defensas, no, simplemente, muchas veces ni pararas a pensar si tienes escalofríos o te duele la espalda porque el día a día no te dejará. Este es uno de esos aspectos negativos de la maternidad del que nadie te habla. Y aunque dé la casualidad que te encuentres mal cuando alguien puede echarte un cable, que puede que ocurra cuando la gente está trabajando o simplemente de vacaciones, no siempre podrán ayudarte. Si por ejemplo estás dando el pecho y tu bebé colecha contigo, lo tendrás un poco crudo si pretendes cambiarle la rutina de un día para otro.
Se lo puedes explicar las veces que tú quieras, pero tu bebé sólo entenderá que quiere su teta y su mami. Y ahí estarás tú, pensando en cuando era tan distinto el ponerse enferma sin niños.
Ahora eso sí, aún con estos inconvenientes, no cambio el ser madre por nada en el mundo entero. Ya tendré tiempo de echarme en el sofá a la sopa boba cuando empiecen a salir o se independicen. Hasta que llegue ese momento, seguiremos al pie del cañón, llevando a cabo uno de los oficios más duros y estrictos que conozco, el de madre.
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