Cuerdas es el corto de animación, ganador de los premios Goya, en la que María conoce al nuevo niño “raro” que ha empezado en el cole. El nuevo niño va en silla de ruedas y no mueve los pies ni las manos, nisiquiera habla.
Ningún niño o niña quiere jugar con él y tras dejar la silla de ruedas en el patio a la hora del recreo, la única que le ofrece compartir juego es la dulce y empática María. Tras explicarle qué hace ella cuando quiere hablar o mover una extremidad y ver que el niño no reacciona, utiliza las herramientas que tiene a su alcance, las cuerdas, que, con una imaginación infinita le sirven para acercarse a su nuevo amigo.
La encantadora María, se las ingenia una y otra vez para que el niño con parálisis cerebral pueda saltar a la cuerda con su silla de ruedas, leer, jugar al fútbol, jugar a dar palmas, mover una cometa o incluso jugar al escondite inglés. Lo que ante los ojos del resto de los niños es una niña rara, es todo un ejemplo de naturalidad y bondad hacia el otro.
Cuerdas es una lección de la vida y de la educación. De cómo la naturalidad innata de una niña puede hacer cambiar las cosas y de cómo tras una vivencia plena, con sus alegrías o sus penas, María descubre su verdadera vocación y pasión, la docencia.
Si estáis en algún lugar en el que no podáis contener las lágrimas, mejor dejarlo para otro momento, os aseguro que es de esos vídeos en los que tienes que tragar saliva.
Aquí os dejo el reportaje dónde Pedro Solís, ganador del premio Goya por el cortometraje Cuerdas, nos narra su propia historia.
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