La fiebre es un mecanismo de defensa que sirve para que el organismo se defienda de virus o bacterias. Si a un niño o niña le bajamos la fiebre a menos de 38º con un antitérmico tipo Dalsy (ibuprofeno) o Apiretal (paracetamol), lo que conseguimos es alargar el proceso.
¿Qué nos aporta la fiebre?
Según un estudio de la universidad McMaster en Canadá, mientras mayor es la temperatura del o de la peque, menor es la capacidad de reproducción de los virus y bacterias funcionando el sistema inmunológico mucho mejor.
Si aplicamos de forma exterior algo que baja la temperatura del cuerpo de forma antinatural, lo que hacemos que es que el niño o niña además sigue activ@ y no descansa, que es lo que necesita para recuperarse y luchar contra el virus o bacteria.
Hay momentos del día en los que, aunque el o la peque esté casi a 38º de temperatura pero no llegue, puedo entender que se le administre un antitérmico, por ejemplo cuando se acerca la hora de ir a dormir, porque por la noche suele subir la fiebre y, si tiene alguna molestia, es una forma de que descanse mejor.
Pero lo que no es sano es administrar un paracetamol o un ibuprofeno cuando el cuerpo del o de la peque está sólo a 37 y algo por ejemplo, porque puede ser que esté demasiado abrigado, que necesite descansar porque no haya podido hacer una siesta en condiciones o cualquier otro motivo que se arreglará al día siguiente.
Otro aspecto importante es que si solemos bajar la fiebre a la primera de cambio, el organismo se acostumbra y cada vez resulta menos efectiva la dosis recomendada de la medicación en cuestión.
Es necesario tener en cuenta estos aspectos, sobretodo si queremos tener niños y niñas san@s que puedan construir un sistema inmunológico de forma correcta.
¿Cuál es vuestro límite para bajar la fiebre a los y las peques?