Como comenté en un post anterior, el embarazo psicológico es un trastorno que sufren especialmente mujeres que tienen muchísimas ganas de concebir y de ser mamás y que por ello acaban por experimentar síntomas muy similares a los del propio embarazo.
De este modo, numerosos estudios realizados en torno a la pseudociesis, es decir, embarazo psicológico, coinciden en afirmar que muchas mujeres con este problema tienen numerosos de los avisos que alarman de la llegada de un bebé. Es decir, me refiero, a que la mujer que sufre este trastorno puede dejar de tener la regla, notar que su cuerpo, especialmente sus pechos y la zona abdominal se hinchan y por ejemplo también experimentar cambios en la zona de los pezones, que pueden producir incluso leche, evidentemente en una cantidad muy pequeña. Asimismo también puede sentir movimientos en el interior de su vientre, tal y como si un pequeño estuviera creciendo en el interior de su útero.
Asimismo, no sólo notarán cambios en su cuerpo, sino que incluso puede llegar a tener náuseas y vómitos, como ocurre especialmente en el primer trimestre del periodo de concepción.
En cuanto al tiempo que pueden durar estos síntomas depende del caso en concreto, ya que, cada mujer es diferente y este trastorno puede manifestarse en mayor o menor medida. Así, mientras que en algunos casos, tan sólo se trata de unas semanas en las que la mujer está convencida de que está embarazada pero finalmente acepta el hecho de que no, en otros puede que incluso dure nueve meses, como si se tratara de un embarazo o quizás aún más.
En estos casos, es importante que la mujer cuente con el apoyo de los que la rodean, ya sea su pareja, su familia, sus amigos… Sin duda, si finalmente se observa que no hay embarazo realmente es importante que cuente con personas en las que apoyarse en estos momentos tan complicados.
De este modo, llegados a este punto, lo mejor será que la mujer acuda a su especialista o médico para que le realice las pruebas pertinentes, ya que, a veces puede ser que no confíe en los resultados del test de embarazo que se compra en las farmacias y que con unas gotas de orina puede determinar si existe o no embarazo.
De este modo, el médico, además de tener en cuenta los síntomas que la mujer está experimentando, le realizará un examen pélvico, ecografías de la zona abdominal e incluso algún tacto vaginal para asegurarse de que hay o no embarazo. Es importante que, aunque no se observe el feto en las ecografías, por ejemplo, pero sí se detecta alguna anomalía, el médico realice las pruebas indicadas para saber si se trata de algún problema de carácter físico.
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