Leo sobre estilos de vida saludables y la importancia de hacer ejercicio, adaptándolo en cada caso a nuestra situación personal, familiar y laboral.
Últimamente oigo, o mas bien leo, sobre dietas paleo (del paleolítico), que dicen que las grasas no son tan malas y que las frutas en exceso pueden resultar dañinas, por su alto contenido en azúcares. Leo que el aceite de hígado de bacalao es maravilloso y que la mejor carne es la de pasto, es decir la de animales que se alimentan de pasto directamente. Que los quesos curados durante un mínimo de 6 meses son mejores porque no contienen la proteína responsable de la mayoría de intolerancias (la beta-casomorfina) y que además este tipo de queso es rico en vitamina K2, que tiene como virtudes ayudar a construir huesos fuertes y a promover la salud del corazón, entre otras.
Que el aceite de girasol es malo malísimo y que a cambio se puede usar de oliva, mantequilla o de coco.
Lo que sí es cierto es que en lo que coinciden muchas opiniones al respecto de los estilos de vida saludables es en la necesidad de alejar las pantallas de nuestras vidas y de las de nuestros peques, por su efecto nocivo en muchos aspectos.
Son varios los testimonios que he podido leer por Internet, como el de un exdeportista de élite que hace reflexionar sobre la necesidad de buscar espacios de tiempo o lugar para poder seguir practicando ejercicio aunque tengas hijos y/o hijas, ya que es de todos sabidos (por lo menos los que somos padres y/o madres) que al tener descendencia disminuye proporcionalmente al número de hijos el número de horas que tienes para dedicarte a tí mismo/a.
Así que hoy, después de ver un par de vídeos musicales (cantajuegos) con mi bebé para poder leer el correo, nos hemos puesto música y nos hemos pegado unos bailoteos en el salón. Ya que no puedo ir al gym, ¡tendré que buscar alternativas!
¿Qué hacéis vosotras y vosotros para manteneros en forma?
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