El oído es uno de los sentidos a través del cual recibimos una cantidad de información importante del exterior. Con la intención de educar el oído, en las guarderías suelen llevar a cabo determinadas actividades que ayuden al desarrollo de la percepción auditiva.
Aunque en la vida diaria el bebé ya está expuesto a diferentes sonidos y está bajo una estimulación auditiva constante (sobretodo si vivimos en una ruidosa ciudad), jugar con la música puede ser una actividad entretenida y educativa.
Discriminar entre diferentes sonidos, recordar canciones o reconocer un determinado sonido que se escucha a la vez que otros son los principales ejes sobre los que las educadoras organizan las actividades en relación al oído en las guarderías y colegios.
A través de las canciones populares infantiles podemos trabajar muchos de los aspectos que favorecen la estimulación auditiva.
De los 0 a los 6 meses se pueden llevar a cabo actividades con objetos como sonajeros, campanas o cascabeles haciéndolos sonar de un lado a otro del bebé, cambiando el ritmo y la velocidad, haciendo pausas o simplemente haciendo sonar un cd de música clásica en un entorno relajado que invite a únicamente a escuchar, como la hora de la siesta.
De los 6 a los 12 meses además de las actividades descritas anteriormente podemos invitar al bebé a que haga sonidos con diferentes instrumentos, ponerle canciones populares a través de un CD o cantadas por nosotros mismos, arrugar diferentes tipos de papel con diferentes texturas que produzcan sonido o incluso utilizar utensilios de cocina para reproducir distintos ruidos.
De los 12 a los 18 podemos jugar explicando cuentos infantiles mientras exageramos los ruidos que aparecen en la historia como las voces de distintos animales o el sonido de motor de un coche.
Según algunos estudios la música Barroca les gusta mucho a los bebés y es estupenda para el desarrollo cerebral.
Así que…¡Habrá que poner a la vista esos Cd’s para hacerlos sonar de vez en cuando!