Parece que es costumbre en la mayoría de hospitales, que cuando nace un bebé, el único papel que le entregan a los padres en el momento del alta es el que necesitan para llevar al Registro Civil e inscribir al recién nacido, y no la historia clínica. Me parece que deberíamos reclamar también.
Obteniendo la historia clínica es la única forma de saber qué pruebas le han hecho exactamente al bebé o qué le han administrado.Sea necesaria o no la Unidad de Cuidados Intensivos, hay ocasiones en las que los bebés son sometidos a analíticas o determinadas pruebas sin a veces contar con la aprobación de los padres.
Aunque hoy en día los niños y niñas están más protegidos y ya es normal acompañarlos durante todo el proceso en hospitales o ambulatorios, parece que en el caso de los bebés, es todavía “normal” que no sepamos los padres a ciencia cierta ni las pruebas que les han practicado.
En mi caso, y a consecuencia del problema de la fluorosis en los dientes de la que ya os hablé en otra entrada, necesitábamos saber si durante su estancia en la UCI recibió algún tipo de corticoides, para encontrar la causa.Tras ponerme en contacto con el Hospital Sant Joan de Deu de Esplugues, lugar donde nació mi pequeñajo, me comunicaron cómo podía solicitar el historial. Lo hice a través de correo electrónico, rellenando un formulario y adjuntando una documentación que sirva para comprobar que soy la madre y tutora legal del menor, en el que además de los datos personales debía indicar la causa de la solicitud.
Ayer me llegó un informe completísimo, que me entregó por correo certificado el cartero, en el que aparecen todas las pruebas y todos los controles y comentarios de los y las pediatras que cuidaron del bebé durante sus primeros 6 días de vida.
Sirva este post para hacer hincapié en el derecho de los padres y madres a tener toda la historia clínica de sus hijos e hijas, porque nunca estará en mejores manos. 
Si te ha gustado esta información, compártela a través de tu Red Social Facebook, Twitter…
