Si la mayoría de personas no lleváramos este ritmo tan estresante que nos obliga a hacer muchas cosas al día a veces incluso de forma autómata…podríamos dedicar tiempo a crear en la cocina productos para nuestro consumo más naturales, sin tantos conservantes, colorantes o emulgentes.
Por ejemplo, el flan de huevo es rapidísimo de hacer, sólo necesitas batir 5 huevos con 750ml de leche y 10 cucharas soperas de azúcar y meterlo al baño maría en el horno durante poco más de una hora con su caramelo en el fondo a 180º.
O la mayonesa que se hace batiendo un huevo cubierto de aceite de girasol al que añades un poco de sal y un chorrito de limón y tachán, sin mover la batidora, aparece la mágica salsa.
Hay gente que me me dice que yo hago esas cosas porque tengo tiempo pero si lo piensas, no te lleva más de 5 minutos hacer una mayonesa o un molde de plumcake con flan de huevo y seguro que la salud de tu familia lo agradece y de paso el bolsillo también.
Los helados son otro ejemplo de comida que podemos fabricar en casa de forma sana y ahorrándonos colorantes y azúcares a tutti plén.
Para los helados sólo tenéis que realizar una inversión inicial en los moldes y cada verano innovar. El más facilito es el de leche con cola cao (que puede ser de pepitas que se quedarán al fondo y por consiguiente en la punta del helado) o el de batido de plátano con leche de avena…
Y la receta estrella que seguro que muchos y muchas ya conocéis es la del bizcocho casero.
Para el bizcocho debéis batir 3 huevos, un yogur que servirá de taza de medida para el azúcar y la harina, dos tazas del yogur vacío de azúcar, 3 tazas de harina, la ralladura de un limón, un sobre de levadura y media taza de aceite (si es suave queda mejor). Mientras hacéis el bizcocho podéis hacer recordar al niño o niña los ingredientes y sumar y restar con los mismos para luego dejar que muestren su lado más artístico al decorarlo con virutas o estrellitas de chocolate.
