La escarlatina no es el título de una nueva versión de la protagonista de la peli de “Lo que el viento se llevó”, sino una infección que causa la bacteria Streptococcus del grupo A.
Aunque esta infección suene a enfermedad antigua es una infección que están cogiendo hoy en día los peques pero que con tratamiento de antibiótico se cura en una semana, aunque no hay que menospreciarla porque puede tener consecuencias graves si no se trata correctamente.
Lo que el viento se lleva con toses y estornudis son minúsculas partículas que contienen esta bacteria generadora de una toxina que provoca una erupción en la piel, fiebre y dolor e inflamación de garganta.
Lo curioso de la escarlatina es que es una infección que no afecta a todos por igual siendo únicamente los niños y niñas sensibles a la toxina los que desarrollarán la erupción.
La piel suele ponerse roja por todo el cuerpo empezando por el cuello y siendo más evidente en las axilas o codos. La lengua es otra parte del cuerpo que da pistas sobre esta infección pudiendo volverse del tipo “lengua de fresa” e incluso presentar partes de color blanco al final o en la garganta.
Excepcionalmente parece que la escarlatina puede venir derivada del Impétigo o cuando menos estar relacionada con él, del que ya os hablé en esta entrada: (
Lo que está claro es que debemos estar atentos y atentas y tras una fiebre y un dolor de garganta que dure varios días, hacer un repaso del cuerpo para ver si detectamos alguna zona roja, sobretodo en axilas y codos.
¿Habéis oído algún caso últimamente de escarlatina? En mi familia han habido dos casos recientemente, esperemos que sean los únicos…
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