Os comentaba en un artículo anterior la importancia de que los niños desde pequeños incorporen a su vida el mundo de la lectura, que tengan libros, aunque no sepan leer, ya que para ello sus padres se lo leerán…
En definitiva, que la lectura no sea para ellos algo a lo que se les obliga, sino que aprendan conforme crecen a aprender a disfrutar con un libro entre las manos.
Y es que, si esto no ocurre, entonces escuchamos frases del tipo de: “Mi hijo no quiere leer, no consiente coger ni un libro, dice que es aburrido y prefiere hacer cualquier cosa antes que disfrutar de la lectura”. Sin embargo y, aunque creo que si desde pequeños desarrollan esa atracción por los libros, después no surgirán esos problemas, paso a indicaros algunos truquitos que pueden motivarles.
En primer lugar, podréis convertir la lectura en un momento familiar. Es decir, si el pequeño se niega porque se aburre, no quiere… a leer solo en su habitación, escoged momentos del día, especialmente en el fin de semana o ahora con la llegada del verano tendrán más tiempo libre para esos huecos dedicados a la lectura. Animadles a que ellos escojan el cuento o libro, para que sea una temática que les guste y entonces leedles en voz alta. Será divertido para ellos, escuchar cómo les contáis estas historias e incluso podréis incluir un poco de teatro para que aún se lo pasen mejor. Poco a poco ellos mismos os pedirán que les leáis y acabarán por hacerlo sin vuestra presencia, ya habrán entrado en esa dinámica, habrán comprendido lo bien que pueden pasarlo participando en esas aventuras.
No intentéis, sobre todo al principio, optar por libros muy densos sino que sean divertidos y que les llamen la atención. Por ejemplo, si les encantan los animales, regaladle algún libro de esta temática, ya sea, por ejemplo, una historia donde el protagonista sea un perro. Así captaréis su atención para que vaya adentrándose poco a poco en el placer de la lectura.
Puede ser divertido, además de organizar ese cuentacuentos casero, proponerles que lean un capítulo de un libro y luego hacer un juego de preguntas para que así desarrollen su capacidad de comprensión lectora y aumente su interés.
Podéis crear una biblioteca en casa para él e incluso animarle a que los intercambie con otros compañeros. Por ejemplo, cuando él y su amiguito ya hayan leído el libro, organizad una merienda en casa y que hablen de lo que leyeron, animadles con juegos preparando tarjetitas con preguntas sobre la historia.
Este tipo de trucos os ayudarán a que deje de ver el libro como algo aburrido y lo descarte ante la televisión o un videojuego.
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