Hoy me gustaría hablaros de un tema que últimamente me trae de cabeza: la obsesión de algunos padres durante la crianza de sus hijos.
Tengo la sensación que todas las conversaciones a mi alrededor, en el parque, en la calle, con amigos…giran alrededor de los niños. ¡ABSOLUTAMENTE TODAS!.
Es verdad que siendo madre de dos niñas pequeñas, pues como que invita a rodearse de padres con mas niños y entras en esa espiral sin darte ni cuenta.
Pienso que ahora estamos tan volcados en la educación o crianza de nuestros hijos que a veces es contraproducente, porque al final, lo mas básico no está. Y lo más básico para mi por lo menos es la naturalidad, espontaneidad y estar a la escucha de los niños.
Pero lo mas paradójico del caso es que estamos obsesionados con darles lo mejor, lo más natural, lo más novedoso, lo más conveniente, lo más de lo más en definitiva. Y después te das una vuelta por un parque y ves a los padres mirando sus móviles o charlando con otros padres, sin ni siquiera mirar donde o que están haciendo sus hijos.
Una contradicción total ¿verdad?
Antaño nuestras madres, abuelas y bisabuelas tenían varios hijos y ni había tiempo para saber según qué cosas sobre los niños, ni había, hablando mal y pronto, tantas manías.
No es que tener tantos miramientos sea malo , pero si te pasas todo el día pensando en como mirar o educar a tu hijo al final se convierte en una tarea extresante.
Os dejo con este vídeo super interesante, con subtítulos en castellano, donde Carlos González habla de este tema, y me ha encantado cuando dice que con el tiempo las madres “se acaban curando”.