Posibles problemas en la piel del bebé.
Ahora que estamos sufriendo desde hace unos días, los rigores del invierno, con un intenso frío en la calle y numerosos cambios de temperatura cuando entramos y salimos de los sitios con la calefacción a tope, venimos observando que nuestro niño está desarrollando unas manchitas rojas en las mejillas, la barbilla y las manitas.
En el caso de la cara, la barbilla especialmente, el factor del frío y el cambio de temperaturas se agrava por el constante babeo (¡en esta época es toda una fábrica de baba, el muchacho!). Aunque el pH de la saliva difiera poco de un adulto a un bebé, en el caso de los pequeños, suele ser ligeramente más ácida, lo que puede hacer empeorar cualquier problema cutáneo. Sobre todo, si no es el caso, el contacto con la baba es constante. ¡Santo cielo, de dónde sacará tanta baba!
Nosotros tenemos la suerte de tener un médico alergólogo en la familia que enseguida nos recomendó hidratar la zona con una crema apropiada (usamos la crema facial hidratante de Mustela). Estas cremas suelen ser sin aromas ni parabenos.
¿Porqué la piel del bebé cambia de aspecto y color?
Mi sorpresa ha venido cuando, siguiendo mis costumbre de buscar información cuando vivimos algo en nuestras carnes relacionado con nuestro hijo, he descubierto la cantidad de afecciones que pueden sufrir los niños en la piel, a saber: ictericia infantil, miliaria, acné de recién nacido, dermatitis del pañal, sarpullido del calor, costra láctea, candidiasis del pañal, eczema, urticaria, marcas de nacimiento, tiña, sarna, impétigo, roséola, varicela, herpes labial, psoriasis, hiedra venenosa, enfermedad de coxsackie o mano-boca-pie… vamos, ¡¡¡casi nada!!!
Por cierto, leer sobre la última enfermedad, la llamada mano-boca-pie, me ha recordado que una de mis sobrinas, con algo más de año y medio, la ha pasado hace poco. Lo han pasado fatal y ya sólo viendo los síntomas uno se explica que haya sido así: fiebre constante, ampollas en los labios, las manos y los pies (de ahí el nombre) pero también dentro de la boca, llagas, pérdida de apetito y, por supuesto, todo el día quejándose y llorando. En definitiva, un calvario.
En comparación, nuestro niño está estupendo. Sólo recuerdo que, además de estas manchas rojas, haya tenido la costra de lactancia y los sarpullidos (aunque leves) del pañal. Las primeras es verdad que se van con un jabón adecuado en cada baño y frotando con mucho cuidado y suavidad. Los sarpullidos del pañal se suelen ir asegurando que los pliegues de la piel del bebé donde suelen salir están suficientemente secos en todo momento.
Lo que hay que tener en cuenta es que la piel del bebé es ultra sensible, cualquier cosa le puede afectar y los cuidados deben extremarse. Además, es la primera barrera para que lo malo no pase más dentro. Así que, especial atención.
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2 respuestas a La piel del bebé, afecciones que pueden sufrir los niños en la piel