En verano, pasamos nuestro tiempo de piscina en piscina o lo más afortunadas de playa en playa para refrescarnos del calor sofocante. Sobre todo, cuando vamos a la piscina deberemos seguir ciertas pautas para evitar que nuestros niños estén en contacto con un exceso de cloro que les pueda afectar a su salud.
Según los expertos, aunque los riesgos para la salud del exceso de cloro son especialmente para gente que trabaja a diario en piscinas ( profesores de natación, socorristas etc.. ).
Tendremos especial cuidado en niños menores de 3 años, cuando van a la piscina, puesto que su sistema respiratorio aun esta en pleno desarrollo.
Cuando los pequeños están en periodo de crecimiento, la función respiratoria y los bronquios especialmente, son más propensos a reaccionar de forma irregular a un elemento irritante como es el cloro.
Mas de 150 mg por metro cúbico en la piscina sería peligroso para la salud de los pequeños, incluso en exposiciones cortas y podría inflamar sus pulmones e incluso acumular líquido en ellos.
Uno de los primeros síntomas que se puede observar en un niño afectado por el exceso de cloro es la irritación de los ojos, la nariz y de la garganta. Esa irritación puede, incluso, producir una tos refleja, y posteriormente vómito, y en casos muy extremos podría producir incluso un edema pulmonar.
Por supuesto que en la mayoría de los casos, no existen este tipo de problemas por contacto de cloro, pero si que debemos estar pendientes en las piscinas, sobre todo si nos llega un olor demasiado fuerte a cloro, comentarlo a los responsables rápidamente y vigilar que haya la cantidad necesaria, ni más ni menos.
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Una respuesta a La piscina y el exceso de cloro en los pequeños