Sólo los padres y madres sabemos lo dura que es esta primera semana de la vuelta al cole.
Aunque los peques ya sean más mayorcitos, dependerá de su carácter que su adaptación a la vuelta al cole sea más o menos llevadera.
Supongo que estaréis hartos y hartas de escuchar que esto de la vuelta al cole es así, que es normal, que a todos nos cuesta…que la base es la paciencia…pero cuando tu peque se queda llorando y te dice que no quiere ir al cole se te remueven en el estómago los mil y un músculos haciéndote darle vueltas incluso a la opción de educar en casa.
A mi parecer, los que optan por una educación en el hogar son unos auténticos valientes.
Considero que hacerte cargo de la educación de tus hijos es una de las mayores responsabilidades que puedes aceptar en esta vida. Y no es que yo no me considere capacitada ni mucho menos, pero la incertidumbre de si salirme así del camino “habitual” sin saber a ciencia cierta si todo va a salir bien, puede conmigo y puede echarme para atrás.
En la mayoría de países cercanos la educación en casa está reconocida y regulada. Es el caso de Francia, Gran Bretaña, Portugal, Bélgica, Italia, EEUU, Australia o Finlandia.
Muchas son las experiencias positivas de padres y madres que han hecho acopio de coraje para encargarse personalmente de la educación de sus hijos, procurándoles una enseñanza basada en sus propias motivaciones y mucho más respetuosa con el carácter de la persona.
Existen estudios como el de Amanda Petrie, de la Universidad de Liverpool en los años 1995, 1998 y 2000, el de Paula Rothermel, de la Universidad de Durham en 2002 y otros como el de Madalen Goiria de la Universidad del País Vasco, que brindan información muy interesante sobre este tipo alternativo de educación.
En el blog de crianzanatural.com podemos leer varios motivos que suelen llevar a las familias hacia la educación en casa.
¿Os sentís identificados con alguno?
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