A través del dibujo, de la misma forma que a través del juego, los y las peques tienen una vía de expresión que no debería ser limitada.
Es importante que puedan crear y dar rienda suelta a su creatividad, ya que además serán momentos de concentración donde llevará a cabo un aprendizaje significativo muy importante para su desarrollo evolutivo.
Además de buscar espacios en casa donde tengan acceso a material de dibujo, de igual forma que vamos adaptando los espacios de juego, es importante valorar los dibujos que realizan, porque realmente son tesoros que nacen de su interior y a través de los cuales están expresando cómo se sienten, cómo son, cómo nos ven…
Respetar los momentos de juego autónomo y libre como los momentos de creación a través del dibujo es respetar su crecimiento.
Exponer los dibujos que han hecho nuestr@s peques es una muestra de respeto y admiración por su trabajo, es una forma de incentivarles a que pinten más cuando les apetezca y a que aprendan a utilizar esa vía como otra vía alternativa de comunicación.
¿Y qué hacemos con tanto dibujo?
Algunas de las creaciones artísticas de vuestros y vuestras peques pueden decorar las paredes, otros pueden ser partícipes de una exposición temporal en la nevera, los que más os gusten pueden ser fotografiados y servir de fondo para el álbum digital.
A medida que la producción vaya en aumento podéis ir archivandolos en una carpeta tipo acordeón pero, sobretodo, no olvidéis de anotar su nombre, fecha y edad, para poder recordar sus avances cuando sean más mayores…¡Les encanta!
Otra idea es hacer libros-cuento con los dibujos acumulados. Sus propios dibujos pueden ser fuente de inspiración para que ell@s o vosotr@s, vayáis escribiendo una linda historia.
Así, podréis encuardernarlos y dejarlos en la biblioteca infantil de casa, o en vuestro rincón de lectura, como un cuento más pero de la editorial familiar.