Si me preguntan hace 15 años cómo me gustaría haber dado a luz, mi respuesta hubiera sido contundente: por cesárea. Nada de parto vaginal. Quiero que me abran y me saquen al bebé. Así no paso dolores ni tengo que esforzarme. Fin.
Menos mal que la vida te hace madurar y terminas comprendiendo que una cesárea no deja de ser una intervención quirúrgica en la que tienen que rajarte parte del abdomen y el útero para sacar al bebé. Efectivamente, esfuerzo ninguno durante el parto. Pero claro, lo malo viene después. Porque los puntos son los puntos. Y la herida debe cicatrizar…
No podemos olvidar que gracias a esta técnica se han salvado muchas vidas de mujeres y niños durante el parto. Pero tampoco que su práctica debería limitarse únicamente a las situaciones en las que la vida de la madre o el bebé corren peligro. Porque la recuperación física y psicológica de una mujer a la que le han practicado una cesárea excede a la ocasionada mediante un parto vaginal normal.
Por eso sorprende leer los datos que recoge esta noticia en la web de la BBC sobre la tasa de cesárea en diferentes países del mundo.
Brasil, el país del mundo en el que se practican más cesáreas
A pesar de que la OMS recomienda que la tasa de cesáreas no debería ser superior al 10 – 15%, hay países en los que se excede el 50%, como Brasil (a la cabeza en este tipo de intervenciones con un 56%) o Egipto, situado en segundo lugar.
En general en América Latina la cesárea es una práctica de lo más habitual, caso de países como México, Argentina o Cuba.
¿Y en Europa?
En Europa no nos quedamos atrás. Turquía es el segundo país del mundo, después de Brasil, en el que los partos acaban en cesárea (47,5%), por uno u otros motivos.
En Italia la cesárea se realiza en un 38,1% de los casos. Y en España se recurre a ella frente al parto vaginal entre un 25 y 35%, porcentaje bastante elevado en comparación con las recomendaciones de la OMS.
¿Dónde se realizan menos cesáreas?
Principalmente en aquellos países que cuentan con menor asistencia e infraestructuras sanitarias, como la mayoría de los países del continente africano.
¿Por qué se recurre a una cesárea en lugar de a un parto natural?
Según la fuente consultada, en ocasiones priman más las razones estéticas (conservar una vagina intacta), de agenda (los médicos tienen prisa) o incluso de superstición (en China, país con una alta tasa de cesáreas, la fecha de nacimiento de un bebé es, a veces, augurio de buena suerte. Así que, qué mejor que programar una intervención para ese día).
Motivos, desde luego, que van más allá de la razón de ser de la cesárea, en mi modesta opinión, ¿no crees?
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