Mañana cumple nuestro bebé diez meses de vida. Es increíble lo rápido que pasa el tiempo. ¡Si nos parece ayer cuando le notaba a mi mujer en la tripa las patadas que daba nuestro crío!
El otro día tuvo mi mujer visita con el ginecólogo que le hizo las ecografías de nuestro bebé durante el embarazo y le dijimos, señalándole “Ahí tienes al que sólo viste por una pantalla, con casi diez meses”. Pero el tiempo pasa. Y pasa rápido, os lo puedo asegurar. Así que ahí os lanzo mi primer mensaje de hoy: ¡Aprovechadlo!
Yo no dedicaría más tiempo del necesario al trabajo porque serán minutos que dejes de estar con tu hijo. Yo no dejaría de hacer el payaso, de tirarme al suelo, de jugar, de dedicarme a mi hijo porque, si no, esos momentos no vuelven. Yo tampoco dejaría de ir marcándole los límites, que debe tenerlos, y nunca es demasiado pronto para hacerlo. Y, por supuesto, no dejaría de quererle y de hacérselo ver cada segundo que estés con él (o con ella).
Después de todos estos meses, repasas un poco y te das cuenta de la enorme evolución que ha sufrido nuestro bebé en apenas un puñado de días.
Ya podemos observar en nuestro crío gestos propios de él. Frunce el ceño cuando se ríe o saca la lengua para un lado de la boca cuando va a hacer una trastada. Es posible que haya copiado de nosotros estos movimientos tan característicos pero, sea como sea, van marcando su personalidad.
También vemos cómo nuestro bebé cambia su movilidad y su habilidad. Gatea a toda prisa, se sienta con una facilidad pasmosa e incluso se pone de pie cuando alcanza algo a lo que agarrarse. Ahora comienza a soltarse de una mano y mantiene el equilibrio. Todo un logro que le dirige inexorablemente a comenzar a dar sus primeros pasos. Seguro que será en breve. 
Mientras tanto, nosotros no le forzamos a nada, dejamos que la Naturaleza siga su curso. Ha gateado cuando ha querido, se ha puesto de pie cuando se ha visto con fuerzas y seguro que comenzará a andar en el momento que se vea preparado. Este es otro de mis consejos, estad junto a él en todo momento como posible ayuda (o bálsamo, si se cae que se caerá…) pero dejadle su espacio.
Diez meses ya, diez meses de alegría con nuestro bebé y que me hacen recomendar a todo el mundo que siga nuestro ejemplo. ¡Es algo único!
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