Llevamos una lucha encarnizada con nuestro hijo de dieciséis meses desde hace ya unos cuantos por evitar ciertas situaciones que nosotros consideramos de bastante peligro como es acercarse a enchufes, chupar cables o tirar de ellos como si fuese lo único divertido de la casa.
Además, es matemático, cuando hay alguno de estos elementos en la estancia en la que entra, se va como un rayo a engancharlo, lo primero de todo. Yo pensaba que era una manía de nuestro hijo y aunque estaba seguro que habría más casos, ignoraba que fuese algo tan generalizado entre los niños de su misma edad.
Lo que sucede es que no son conscientes del peligro y esta ignorancia es la que provoca que vayan a tumba abierta a la boca del lobo.
Por mucho que le digo yo a mi hijo que no puede tocar eso, que es peligroso, que le va a dar un calambrazo y le va a hacer mucho daño, evidentemente, no es consciente de lo que le cuento y sigue en sus trece porque, como es lógico, es mucho más divertido ir a meter los dedos en un agujero en la pared.
Por eso, como no podemos contar con su raciocinio (habrá que esperar unos añitos aún), seremos nosotros los encargados de ponerle “puertas la monte”. Es complicado cubrir todos los frentes pero hay que intentarlo.
Nunca dejaremos ningún electrodoméstico con el cable colgando cerca de nuestro hijo. Aunque penséis que no llegan, no sé cómo se las ingenian pero alcanzan a pillarlo, le dan un tirón y ya tenemos el disgusto montado.
Si se trata de aparatos que, además, son peligrosos después de usarlos (tipo una plancha o un calefactor) hay que extremar las precauciones y alejarlos lo más posible.
Parecen cosas obvias, pero los accidentes en casa siguen pasando. Y muchas veces por falta de atención o por no adoptar unas medidas sencillas y mínimas. Otra medida interesante es poner las tapas de seguridad a los enchufes. Ahora las hay “modernas” que no son simples tapas que se ponen y se quitan sino que una vez puestas para enganchar un aparato hay que hacer un giro determinado para que entren las puntas del enchufe macho.
Os aseguro que funcionan. Tanto que es hasta complicado para un adulto enchufar un aparato con estas tapas de seguridad cuanto más para un bebé.
En definitiva, ojo con los cables, aparatos eléctricos y enchufes, ¡¡¡que a todos los niños les encantan y son una auténtico peligro!!!
Si te ha gustado esta información, compártela a través de tu Red Social Facebook, Twitter…