Siempre he pensado que de algún modo u otro todas las madres del mundo estamos conectadas, porque todas sabemos lo que es ser madre y qué se siente cuando se tiene a un hijo, verle crecer, sentir lo que siente… todo es un cúmulo de sensaciones que sólo las madres entendemos.
¿Nunca has sentido un gran dolor dentro de ti cuando recibes malas noticias que sufren otros niños del mundo? ¿Nunca has llorado sintiendo el dolor de otra madre que está sufriendo? Estoy segura de que sabes de qué estoy hablando.
Y todas las madres, cuando nos convertimos en madres por primera vez, tenemos dentro de nosotras nuevos sentimientos que tenemos que aprender a manejar, sentimientos que debemos comprender y sobre todo, aceptar. Porque aceptando estos sentimientos podremos conocernos mejor a nosotras mismas, y sobre todo, podremos dar todo lo mejor de nosotras a nuestros hijos. ¿Quieres saber de qué estoy hablando?
Preocupaciones
Todas las madres tenemos preocupaciones desde el embarazo. Nos podemos sentir preocupadas porque queremos que el embarazo vaya bien, que el parto sea perfecto, que nuestro hijo crezca sano, que se alimente bien, que no enferme, que cuando vaya al cole no tenga problemas, que haga buenos amigos y una larga lista de preocupaciones que estarán siempre presente en nuestras vidas.
¿Aunque sabes cuál es la mejor solución? Amar a tu hijo cada día y afrontar los retos que se vayan presentando con una sonrisa.
Cansancio mental y físico
Sí, esto quiero ponerlo como sentimiento porque el cansancio te hará sentir de diferentes maneras a lo largo del día. Parir cansa, pero ser madre también. Pasas sueño siempre, te faltan horas en el día… pero la sonrisa de tu hijo lo cura todo, hazme caso, esos ojitos te darán la fuerza que necesitas para afrontar cada día como una leona.
Amor incomparable
Sí, esto no es empalagoso, esto es la realidad. El amor que se siente por los hijos es incomparable con cualquier otro amor que pueda existir en tu vida. Nada tiene que ver con el amor que sientes por tu marido, nada tiene que ver con el amor que sientes hacia tu familia… es otro tipo de amor, un amor hondo, profundo, que sale de tus entrañas y que envuelve tu corazón. Serías capaz de sacrificarte por tu hijo en cualquier ámbito de tu vida, y tantas veces como sea necesario, porque eres mujer, pero también eres madre.
¿Qué más sentimientos se crearon en tu interior cuando te convertiste en madre?
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