Es época de piscinas, lugar donde los niños y niñas se vuelven locos de alegría y pasan unas cuantas horas al día saltando y probando diferentes piruetas dentro y fuera del agua.
La mayor frecuencia en la que los y las peques se bañan en verano hace que sea esta la época en la que en las visitas pediátricas ven aumentado el porcentaje de las temidas otitis.
La otitis más común causada por el agua es la otitis externa, conocida como otitis del nadador, que aunque inicialmente se pueda confundir con el simple hecho de que haya entrado agua en el canal auditivo, puede llegar a causar un dolor agudo que requiere tratamiento médico.
Como tratar la otitis infantil
Normalmente el tratamiento incluirá además de unas gotas con antibiótico, la administración de ibuprofeno cada 8 horas hasta que mejore el dolor y baje la inflamación.
Si queréis ayudar a calmar el dolor podéis facilitarle algún tipo de almohada o cojín que le proporcione calor. Las almohadas de huesos de cereza que se calientan en 1 minuto en el microondas son muy prácticas para aliviar el dolor de oído.
El aumento de humedad en el oído irrita en ocasiones el canal auditivo dejándolo abierto a posibles bacterias u hongos.
Si estáis dudando si vuestr@ peque tiene o no infección porque se queja de dolor de oído debéis estar atentos a los síntomas de hinchazón de la oreja, dolor al masticar, dificultades en la escucha, supuración o una extrema duración de las molestias.
Si han pasado más de 24h desde que el o la peque se empezó a quejar del dolor de oído y sabéis que ha frecuentado una piscina o playa, seguramente tendréis que llevarlo al pediatra para que valore y determine si se trata de una inflamación del oído o otitis.
¿Han tenido vuestr@s peques otitis este verano?
