La felicidad no es una meta, es un camino que debemos recorrer con nuestros seres queridos para estar bien cada día de nuestras vidas. Es importante que la felicidad no falte en la familia ni tampoco en la vida de los niños. Actualmente con las crisis económicas y sociales tan tremendas que hay entre las personas hay muchas familias que la felicidad la dejan a un lado, teniendo graves consecuencias en los niños.
Si eres padre o madre estoy segura que ya te habrás dado cuenta que los niños no pueden desarrollarse correctamente sin tu apoyo y tu amor incondicional. Puedes y debes actuar como un guía para ayudarles a explorar lo maravillosa que es la vida y todos los desafíos que nos presenta cada día.
Deberás intentar crear un modelo correcto para que tus hijos puedan seguir y convertirse en adultos exitosos, felices, plenos y con una autoestima fuerte que les ayude a luchar contra cualquier adversidad.
Los niños absorben como esponjas tus hábitos, tus costumbres, tu estilo de vida e incluso hasta tus frases. Si tus hijos viven en una familia donde se irradia felicidad, es más que probable que puedan crecer con personalidades inteligentes emocionalmente (la inteligencia más importante para tener éxito en la vida).
Las personas felices saben y comprenden que sólo un entorno feliz en la familia puede criar a niños sanos en todos los aspectos. A continuación te daré algunas razones de por qué los niños deben criarse en una familia donde la felicidad sea la protagonista diariamente.
Familias felices: niños felices
Esto es algo que no se puede discutir, si en una familia hay un buen ambiente entre todos sus miembros todos estarán cómodos y los niños crecerán sonrientes pudiendo ser así personas de éxito.
Buena estabilidad emocional familiar
La familia juega un papel muy importante en la maduración emocional de los niños. Por eso deberás ser un buen modelo y ejemplo a seguir para sus hijos, los niños imitan y aprenden tanto lo bueno como lo malo. Las familias felices ayudan a los niños a desarrollar habilidades sociales positivas, algo que les ayudará a potenciar sus relaciones interpersonales sanas.
Además el temperamento del niño se formará teniendo en cuenta cómo se le enseña desde pequeño a percibir la realidad. Por eso la estabilidad emocional familiar juega un papel primordial para una formación exitosa del carácter y la autoestima de los pequeños de la casa.
