Esta prueba del talón, también denominada “pesquisa neonatal”, se realiza en las siguientes 48 horas tras el nacimiento del pequeño, por lo que incluso a veces la mamá aún está hospitalizada. Pero también se realiza una segunda vez en la primera semana, entre los cuatro y los siete días posteriores.
Aunque parece muy simple, ya que, se trata de un pinchazo muy rápido y nada profundo, sin duda, es de gran ayuda para detectar ciertas enfermedades de carácter endocrino, metabólicas y congénitas, que, aunque existe poca probabilidad de que existan, son poco frecuentes, en el caso de que las sufriera, se recomienda actuar lo antes posible, de ahí que se realice en los primeros días y horas de vida del bebé.
Estos resultados se envían al domicilio familiar más o menos tres semanas después de haberse realizado. Aun así, si hay alguna duda o es necesario tomar nuevas muestras se les avisará antes, e incluso si se piensa que existe probabilidades de que haya algún problema se les llamará urgentemente.
Por concretar, con dicha prueba se podrán detectar principalmente seis enfermedades congénitas como son Fenilcetonuria, Galactosemia, deficiencia de Biotinidasa, Hipotiroidismo Congénito Primario, Hiperplasia Suprarrenal Congénita y Fibrosis Quística. Aunque no voy a entrar en detallar cada una de ellas, en qué consiste o en qué síntomas o consecuencias, sobre todo, pueden tener sí que es importante tener en cuenta que si no se tratan o se detectan pronto, ya que, normalmente al principio no presentarán síntomas, pueden afectar al hígado y a los riñones del pequeño, dar lugar a problemas relacionados con la alimentación, alteraciones de tipo neurológico, problemas respiratorios, así como dificultados en su desarrollo, daños cerebrales e incluso trastornos en su crecimiento.
De este modo, aunque a menudo escuchamos hablar de esta prueba del talón y ya forma parte de la normalidad, sí que me parecía interesante ahondar un poco más en ella.
Es importante que conozcamos cada paso que se da desde que nace el pequeño y que, aunque no hay por qué convertirse en expertos sanitarios cuando nos convertimos en papás y mamás sí es interesante saber el valor o la importancia de cada uno de esos exámenes que velan por la salud de nuestro pequeño.
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