Cuando hablo de padres diferentes o despreocupados no me refiero a padres que no se preocupen de sus hijos, ¡ni mucho menos! Simplemente a aquellos padres que tienen un estilo de crianza digamos, un poco más “laxa” o “flexible”. Esto no tiene que ser necesariamente negativo siempre y cuando los niños estén bien atendidos todo el tiempo y tengan una educación adecuada a su edad y a sus necesidades.
Si eres un padre un poco despreocupado, es probable que sientas que piensas diferente a muchos otros padres, que los demás hablan en “otro idioma” o que hacen las cosas demasiado complicadas para ellos y para sus hijos. Es como si tú vivieras con tu propio código ajeno al mundo. No te preocupes, es normal que no escuches aquello que no te interesa, es probable que sientas que te distingues entre la multitud. ¿Quieres algunas señales para descubrir si realmente eres un padre (o una madre) un poco despreocupado?
Asumes tus responsabilidades sean cuáles sean
Si eres un padre despreocupado tendrás una capacidad especial para identificar tus necesidades y lograr una forma de encontrarte con ellas. No te quejarás pero quizá hoy no trabajes o no cocines, o quizá prefieras quedarte en casa… y después tendrás que aceptar las consecuencias naturales de no haber hecho las cosas que sí debías haber hecho.
Sabes decir que no a tus hijos
Ser un poco despreocupado no significa no saber poner límites a los hijos, por lo que sabrás decirles que “no” a tiempo siempre que sea necesario con o sin rabieta de después.
Sigues tu propio ritmo
Aunque te consideres un padre (o madre) despreocupado, los valores que les enseñas a tus hijos puede que se sientan con malestar en otros padres. Es posible que prefieras ayudar a tu hijo a hacer amigos que castigarle si pega a otro por llamar su atención.
Te ensucias las manos
Te ensucias las manos con un claro objetivo; estar más cerca de tus hijos y hacer más cosas con ellos. Esto seguramente significará tener la casa menos limpia, no estar siempre pendiente del correo electrónico pero sí que estarás participando más en la vida de tu hijos.
Los defectos para los demás son virtudes reales
Hay muchas personas que etiquetan a los niños con “muy nervioso”, “demasiado activo” y esto puede ser un defecto para las personas con poca paciencia, pero la realidad es que para un padre como tú será una gran virtud para que tu hijo consiga lo que quiera en la vida. O por ejemplo, si un niño “es pegón” no lo será por naturaleza, algo le hará sufrir o algo querrá conseguir para actuar de este modo. No etiquetas, miras el lado positivo de las cosas o buscas soluciones.
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