Síndrome de la Muerte Súbita del Lactante. Precauciones.

Todos hemos oído hablar (y hemos temido) del Síndrome de la Muerte Súbita del Lactante, que se produce en bebés de hasta un año pero especialmente en el rango de los dos a los cuatro meses de vida y en una mayor proporción entre niños que entre niñas.

A todos nos aterroriza la posibilidad de que le pueda tocar a nuestro hijo. Pero quizás nos dé más miedo saber que se desconocen los motivos por lo que este tipo de fallecimientos se producen y, lo que aterra aún más, sin que existan unos síntomas que nos alerten y que nos concedan, al menos, la ilusión de poder hacer algo y poner remedio al desastre.

sindrome

Pero no quiero que este post sobre la muerte súbita del lactante sea negativo, todo lo contrario.

Quisiera recalcar, sabiendo que no hay un conocimiento real de este Síndrome, qué cosas se asocian con esta fatalidad y, por tanto, qué hay que evitar y qué conviene hacer.

Así que, hay esperanza. Si existen probabilidades de que pase, hagamos lo necesario para minimizar esas posibilidades.

Existen factores socio-ambientales que se han visto ligados al SMSL (Síndrome muerte súbita del lactante, sus siglas en castellano) como que el bebé sea producto de un parto múltiple o hijo de madre adolescente o con partos muy seguidos o sometido al humo del tabaco o drogas durante el embarazo o viviendo en situaciones de pobreza. De estos factores hay algunos claramente evitables y otros, por desgracia, como en el caso de la pobreza, no.

subita

Pero hay otros que son perfectamente mejorables y que, en gran medida, van a minimizar las opciones de esta desgracia.

Se ha visto que, a diferencia de lo que le dijeron a nuestros padres, los bebés no deben dormir boca abajo porque favorece el SMSL. Ni siquiera de lado, porque es fácil que pasen a la posición boca abajo. Hay que intentar que se acostumbren a dormir boca arriba.

Otras pautas: no utilizar colchones blandos; que duerma siempre en su cuna, nada de sofás ni camas; que duerma solo, nunca con adultos ni con otros niños; el uso de chupete parece evitar los casos del Síndrome.

En cuanto a las condiciones ambientales, por supuesto, que esté libre de humos y con baby dadyuna temperatura que, a estos efectos, no peque de alta.

Asimismo, se ha detectado que la lactancia materna disminuye el número de afecciones en las vías respiratorias altas, factor que también se ha asociado al SMSL por lo que dar el pecho, una vez más, demuestra su fantástica aportación.

Como veis, hay un montón de cosas que se pueden hacer y ninguna complicada. Basta con perseverar. Aunque lo que no podremos evitar será hacer lo que hacemos TODOS los padres, asomarnos a la cuna de nuestro bebé y, con la mano, comprobar si se le mueve el pecho mientras duerme.Es humano, no hay que preocuparse. Lo peor que pueda pasar es que con el roce se despierte y os toque calmarle con mayor o menor éxito.

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Acerca de Javier

Un Padre con la L
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