A raíz del caso del niño con difteria ingresado en el Hospital Vall d’ Hebron de Barcelona en estado grave, Gemma Nierga entrevistó ayer en el programa “Hoy por hoy” al pediatra Carlos González, conocido por ser el autor de libros como “Un regalo para toda la vida”, guía sobre lactancia materna; “Bésame mucho”, dedicado a la crianza con apego o “En defensa de las vacunas”.
El motivo de la entrevista era arrojar algo de luz sobre este controvertido tema: las vacunas. El niño no había sido vacunado de esta enfermedad, que aparece de nuevo en España tras 30 años sin registrarse ningún caso.
Carlos González, defensor de las vacunas, considera que no hemos de culpabilizar a sus padres, pues han sido engañados por los llamados “antivacunas”: personas, a menudo procedentes de la rama médica, que alertan de los peligrosos efectos secundarios que conlleva la vacunación.
¿Pero tienen las vacunas efectos secundarios?
Según el pediatra, claro que sí, como todo. Pero se trata de unos efectos secundarios mínimos en comparación con los beneficios que reportan: salvan millones de vidas. Es más, según Carlos González, estos efectos secundarios se encuentran a disposición de cualquier persona, por ejemplo en Internet, por lo que no se trata de una conspiración para encubrirlos, como mantienen los “antivacunas”.
“Pero no están ocultos. Los prospectos de todos los medicamentos los puede ver cualquiera. No hay ninguna conspiración para ocultar los efectos secundarios”
¿Deberían ser obligatorias las vacunas?
Carlos González mantiene que no, ya que estaríamos dando motivos a los contrarios a las vacunas para seguir oponiéndose.
¿Cuántos calendarios de vacunación hay en España?
La friolera de 17, uno por comunidad. Pero es que además la Asociación Española de Pediatría (AEP) cuenta con el suyo propio, distinto al resto, mantiene Carlos González. Esta disparidad de criterios contribuye a crear un clima de desconfianza, opina uno de los colaboradores.
¿Se puede retrasar la vacunación?
La respuesta es clara: no. Según Carlos González, se trata de un asunto muy peligroso. La primera vacuna ha de administrarse a los 2 meses de edad. Algún país se atreve a esperar hasta los 3 meses, pero “ningún país del mundo pone la primera vacuna a los 4 meses”.
Para finalizar, me quedo con estas palabras:
“Las vacunas son una herramienta de sanidad pública”
Podéis acceder a la entrevista completa en la web de la Cadena SER.
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