Aunque, en ocasiones, se piensa que verano y embarazo no son una buena combinación, lo cierto es que puedes seguir una serie de consejos para pasar estos meses de calor con tu barriguita de la mejor manera posible.
De este modo, en primer lugar, será importante que, a pesar de las altas temperaturas que a veces pueden quitarte el apetito, seas consciente de la importancia de ingerir todos los nutrientes que son necesarios en tu estado, ya que, tanto tú como tu pequeño debéis estar bien alimentados.
En verano, puedes decantarte por platos frescos y que no te dejen sensación de pesadez, tales como el gazpacho, las ensaladas, la pasta, los yogures… La fruta también puede ser una gran aliada, ya que, podrás tomarla de muchas formas, ya sea, entera, en zumos o helados. Te aportará grandes dosis de vitaminas y por supuesto, la hidratación necesaria por el alto porcentaje de agua que posee la fruta.
Sin duda, además de alimentarte correctamente, será importante que bebas agua con frecuencia. De hecho, la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia afirma que lo recomendable es tomar aproximadamente tres litros de agua diarios. Además será útil para prevenir problemas propios del embarazo, como el estreñimiento.
En cuando a los hábitos de comer, la mejor opción será que comas a menudo, pero en pocas cantidades. Un método eficaz para alimentarse correctamente sin sentir náuseas o tener inapetencia.
Es importante que, a pesar del calor, sigas, durante el verano, haciendo ejercicio o practicando algún deporte.
Según los especialistas uno de los deportes más recomendables para las futuras mamás es la natación y qué mejor momento que estas fechas estivales para disfrutar de refrescantes chapuzones en la piscina o en la playa. Este deporte será beneficioso para mejorar el sistema cardiovascular, tonificar los músculos, relajar zonas del cuerpo que se 
sobrecargan con el peso del bebé e incluso liberar las articulaciones. También puedes disfrutar de paseos por la orilla del mar, ya que, sin duda, serán una buena opción para relajarte y mantener tu cuerpo en activo.
En cuanto al vestuario, es conveniente elegir prendas de algodón, así como de otras fibras naturales y modelos holgados, con los que te puedas mover libremente y que no queden ceñidos o demasiado apretados. En cuanto a los colores, el blanco o los tonos claros serán los ideales. Para los pies, te recomendamos zapatos cómodos que no tengan mucho tacón, es decir, que no superen los cuatro centímetros.
Finalmente, deberás protegerte del sol, usando protectores solares de alto espectro y evitando las horas en las que el sol tiene más fuerza, de 10 a 16 horas aproximadamente. En cambio, será muy agradable disfrutar de los momentos del día en que las temperaturas son más bajas, por ejemplo, por la mañana temprano o por la tarde-noche.
Sin duda, siguiendo estos consejos, pasarás un verano inolvidable, disfrutando de esta etapa tan especial de tu vida.
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