Ayer, 1 de diciembre, se celebró el Día Mundial de la Lucha contra el SIDA, una enfermedad que, al menos en occidente, ha dejado de ser mortal para considerarse crónica.
Porque, hoy en día, ya no se le tiene miedo a un virus que en los ochenta llegó a considerarse pandemia mundial. De hecho, según fuentes del Ministerio de Sanidad, a través de su Informe de Vigilancia Epidemiológica del VIH y SIDA en España, actualizado a fecha 30 de junio de 2015, durante el año pasado se diagnosticaron 3366 casos nuevos de VIH. Sin embargo, gracias a los antirretrovirales, el número de personas que desarrollan SIDA ha descendido espectacularmente, sobre todo a principios de la década de los 90, cuando comenzaron a utilizarse.
Ahora bien, ¿qué ocurre durante el embarazo? ¿Puede una madre con VIH contagiar a su futuro hijo? ¿Es posible que una mujer con el virus del SIDA se quede embarazada y parir a un bebé sano y sin complicaciones? Porque, no lo olvidemos, cualquier persona, independientemente de su edad, condición sexual, religión o gustos musicales, puede contagiarse. Nunca, nunca, debemos bajar la guardia.
¿Puede una mujer con VIH contagiar a su futuro hijo durante el embarazo?
Sí, lo cierto es que una mujer seropositiva en estado de gestación puede contagiar el VIH a su hijo entre un 15% y un 45% de los casos. Y no solo durante el embarazo, sino también durante el parto y la lactancia, si no es tratada de la forma adecuada.
De nuevo, los antirretrovirales son la clave. Porque desde los primeros medicamentos que se utilizaban para retrasar los síntomas del SIDA en las personas que lo desarrollaban hasta los actuales, mucho menos tóxicos y capaces de reducir la carga viral del VIH hasta cantidades insignificantes, hemos asistido a una importantísima evolución médica.
Tal es así, que la probabilidad, hoy en día, de que una madre tratada con antirretrovirales durante el embarazo y sometida a estrictos controles médicos, contagie el VIH a su hijo, se reduce en menos de un 5%, de acuerdo con la OMS.
Claro que, es necesario destacar que no todo el mundo tiene acceso a estos medicamentos: se calcula que solo unos 16 millones de personas de los 37 portadoras del VIH tienen acceso a los antirretrovirales.
Aún así, pese a los datos, parece que el milagro de la vida se impone a la nefasta realidad que asola el planeta. Por un mundo sin SIDA. 
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