Las vacaciones navideñas ponen el broche de oro con la llegada de los Reyes Magos de Oriente, que cumplen año tras año las ilusiones de pequeños y grandes. Pero son también el último día que tienen los niños, antes de volver a su rutina habitual, al colegio, a la guardería… Y es que, aunque ocurre de forma similar con la vuelta al cole tras el verano, y aun siendo estas vacaciones muchísimo más cortas, creo que a los niños les resulta difícil recuperar la normalidad y la rutina.
De este modo, reflexionando sobre este tema y hablando con los más peques que tengo a mi alrededor, todos repiten que no les da tiempo a jugar con sus regalos, que quieren seguir disfrutando de la navidad, que les gusta ver a su familia… Por ello, creo que durante las semanas previas, aunque pronto todo volverá a la normalidad, papás y mamás, deberéis tener en cuenta ciertas cuestiones.
En primer lugar, id acostumbrando a los pequeños los días anteriores a que se vayan a la cama un poco antes, ya que, con tantos días de vacaciones navideñas, la programación infantil televisiva… entre otros motivos, se acaban acostando más tarde en estas fechas. Poco a poco id comentándoles que es hora de dormir, así irán recuperando también su rutina de sueño.
La ilusión que albergan en relación a la llegada de los Reyes Magos no pueden olvidarla de un día para otro y sobre todo tendrán ganas de jugar con lo que les han dejado. Por este motivo, puede ser buena idea que, aunque es cierto que tendrán que hacer deberes y empezar a trabajar, cada tarde cojan un ratito alguno de esos regalos y lo miren, jueguen… ya que así irán adaptándose poco a poco.
También le suele costar dejar de comer esos platos especiales de estas fechas, los dulces y ricos pastelitos que son protagonistas de la navidad y que es lógico que los padres dejen a sus pequeños comer, aunque se salgan de lo habitual. Así, guarda algunos de ellos, para estas siguientes semanas, ya que, puede ser una buena estrategia para que de repente el pequeño no sienta este cambio tan brusco, en especial aquellos que vuelven al comedor escolar.
Asimismo, durante las vacaciones navideñas también será el momento de que os sentéis con ellos y habléis sobre los resultados obtenidos, las notas… para ver qué problemas existen, qué les cuesta y qué no. De este modo, de cara a la vuelta al cole ya habréis dejado claro cómo deben hacerlo a partir de entonces. Quizás tras el primer trimestre si no les ha ido bien, este parón puede ser útil para fijar pautas nuevas de estudio.
En cuanto a la familia, hay muchos pequeños que sólo ven a algunos de sus familiares durante estas fechas y por ello, suelen sentirse tristes cuando vuelven al colegio, ya que saben que todo esto acabó. De este modo, si os dais cuenta de ello, intentad en la manera de lo posible que el pequeño vea algo más a menudo a esa familia, con la que quizás no quedáis con tanta frecuencia.
Y es que, en estas fechas se puede comprobar sobre todo en el reflejo de los niños cuánto nos gusta estar con los que queremos, recibir detalles y cariño y no hace falta que sea sólo cuando llegue la navidad.
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