¿Qué es el amaranto? ¿Qué beneficios tiene si introducimos amaranto en la alimentación infantil de nuestros niños y niñas?
El grano del amaranto es un pseudocereal que proviene de una planta de grande
hoja y flor violeta, anaranjada y roja. El amaranto no contiene gluten con lo cual su harina puede usarse para personas celíacas o bebés antes de los seis meses.
El amaranto primo hermano de los cereales tiene una alta concentración de proteína.
La lisina se encuentra en el amaranto en mayor proporción que en el trigo, el arroz o el maíz, que son los cereales que solemos consumir más por nuestra tradición y cultura popular.
La lisina es un aminoácido básico para la construcción de todas las proteínas del organismo, favorece la absorción del calcio y la producción de hormonas, enzimas y anticuperpos además de ayudar en la construcción de las proteínas musculares.
También el contenido en grasa es mayor que en otros cereales, aportando un mayor volumen de ácido oleico y linoleico que favorecen la salud de los vasos sanguíneos y el corazón. Este es uno de los alimentos que ayuda a elevar el nivel del colesterol “bueno” y a bajar el del colesterol “malo”.
Entre las bondades del amaranto destaca el alto contenido en hierro, vitaminas, proteínas y minerales además de magnesio y calcio.
De este pseudocereal se puede consumir tanto la hoja como el grano. Mientras que con la hoja podemos elaborar cremas de verduras o añadirla a suculentos guisos, con el grano se pueden hacer galletas u otros dulces.
En Méjico suelen hacer unas galletas que se conocen como “alegrías” en las que hacen servir el grano del amaranto que han dejado en agua durante 6 horas previamente. Habrá que probar esas galletas… ¡Y habrá que probar también el bizcocho o las magdalenas de amaranto!
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